Hace unas semanas fui a Lush a comprarme una bomba de baño que me ayudara a sobrellevar la época de exámenes. Mi primera intención era llevarme una navideña, pero encontré que aún quedaba esta bomba de la edición de Halloween.
El color que deja en la bañera es un naranja muy intenso, que junto al aroma ayudan a que tener una experiencia de relajación otoñal completa. Por otro lado, prefiero bombas como la Intertestelar en la que los colores van mezclándose durante el baño.
El resultado final es muy relajante y el aroma queda impregnado en la piel. Resulta una bomba especialmente hidratante por el conjunto de acetites que lleva, aunque en otros blogs he leído que no es la más hidratante. Cuando haya probado más bombas de la casa quizás cambio de opinión al respecto.
En resumen, es una bomba que os recomiendo comprar cuando tengáis la ocasión. En mi opinión prefiero la Interestelar cuya reseña os dejo aquí, pero que la Pumpkin es una experiencia que vale la pena tanto en hidratación como en relajación.
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